domingo, 28 de noviembre de 2010

ENTREVISTA A MANUEL DE COS


Manuel de Cos es editor. Además, es un gran aficionado al tebeo, un admirador de aquellos autores cuyas obras edita. Hablar con él es siempre una experiencia grata, pues rezuma respeto y devoción por los autores con los que trabaja o ha trabajado. Destila, además, amabilidad y cordialidad hacia cuantos le conocen, incluyendo los fans de los dibujantes que tuvimos el gusto de verlo en alguna que otra firma.


De Cos es, también, el editor de (entre otros muchos autores) Francisco Ibáñez, probablemente el español vivo cuya obra impresa más se ha difundido a lo largo del tiempo y el espacio esos.



Hay algo más. Manuel de Cos es un hombre ocupado, sumamente ocupado. Por eso agradecemos el doble que haya tenido la deferencia de dedicar unas palabras a Corra, jefe, corra.






1.- Antes de dedicarse profesionalmente a la historieta, ¿era usted lector de tebeos? ¿Qué personajes y autores de Bruguera le gustaban más?


Por supuesto que era lector de tebeos, como no podía ser de otra manera para un niño de los años sesenta del siglo XX. En cuanto a los personajes y autores, la respuesta sería tan larga que cansaría a los lectores del blog. Pero te puedo decir que en mi recuerdo quedarán para siempre Agamenón, de Nené Estivill, Rompetechos, del maestro Ibáñez y Los cuentos de el Tío Vázquez, del único e irrepetible Manuel Vázquez.


2.- ¿Cómo entró en el mundo de la historieta? ¿Se dedicó a esto ya desde la época de Bruguera o se incorporó más tarde, ya con Ediciones B?


Empecé en el mundo de la historieta en Ediciones B en 1991, aunque ya colaboraba como externo con la misma desde 1988, vamos casi desde el principio de la Editorial.


3.- La leyenda “Guion: Jesús de Cos” forma parte de la infancia de muchas personas en este país. ¿Qué opinión le merece el trabajo de su hermano en el mundo de la historieta?


Esta pregunta es muy difícil de responder para mí, ya que se trata de mi hermano, pero sí te diré que siempre he pensado que es uno de los mejores guionistas que tuvo la Editorial Bruguera.


4.- Cuentan las crónicas que Francisco Ibáñez constituye un éxito editorial sin precedentes. ¿Cómo es trabajar con él, en el trato cotidiano?



Conozco a Ibáñez desde mis inicios en la Ediciones B. Siempre es un placer trabajar con él, porque aunque es el autor de cómic de más éxito de todos los tiempos, para mí es una persona muy cercana que siempre me hace sentir estupendamente bien.


5.- A la hora de empezar un nuevo álbum, ¿le sugieren ocasionalmente algún tema a Francisco Ibáñez o absolutamente todo parte de él? Sea como fuere, ¿ha de presentar el autor a la editorial una pequeña sinopsis antes de ponerse a trabajar, una copia del guion o algo parecido?



Los temas de los álbumes parten de una idea de Ibáñez o también de propuestas que le hacemos, pero en cuanto a la elaboración del guión su libertad es total, como no podía ser menos con él.


6.- Por otra parte, ¿obedece Ibáñez a alguna “línea editorial” a la hora de tratar ciertos temas como la política, para acercarse al público más joven, etc.?



No, Ibáñez es muy consciente del alcance de sus personajes y siempre tiene un cuidado especial en no “herir” sensibilidades.


7.- ¿Cuál suele ser la tirada media de un álbum de Mortadelo y Filemón? ¿Existen diferencias entre álbumes?



Lo siento pero en la cuestión de tiradas no puedo dar cifras, pero sí puedo contestar aunque es evidente, que no es lo mismo un álbum dedicado a los Mundiales de Fútbol o a las Olimpiadas, que cualquier otro. Estos siempre tienen más éxito comercial.


8.- En la misma línea, ¿qué historietas de la pareja de agentes han resultado ser más exitosas desde el punto de vista editorial?


Los títulos que recuerdo con más éxito son EL TIRANO, PESADILLAAA, y como ya he dicho cualquiera de la serie de MUNDIALES o de OLIMPIADAS.


9.- Además de Mortadelo y Filemón, ¿cuáles son los personajes de Ibáñez que más éxito tienen de cara al público? ¿Habrá algún Super Humor recopilatorio de series menos conocidas como La familia Trapisonda, Don Pedrito, etc.?


13, RUE DEL PERCEBE, sin duda, es la serie más aplaudida por el público de todas las épocas, después de Mortadelo y Filemón. En cuanto a otras series, todo dependerá de las posibilidades editoriales, pero de momento Mortadelo y Filemón son la prioridad.


10.- Si hablamos de personajes del maestro, ¿cuáles prefiere usted? ¿Y qué álbumes de Mortadelo y Filemón son sus favoritos?



Mi personaje favorito es Rompetechos, lo encuentro absolutamente genial. De los álbumes de Mortadelo y Filemón me quedo con los clásicos ¡Valor y al Toro!, El caso del Bacalao y Contra el “gang” del Chicharrón, tres obras maestras.


11.- En Rapto Tremendo aparece una caricatura suya. ¿Qué se siente al ser inmortalizado por Ibáñez?


Sencillamente, incomparable, poder presumir de que el genio te ha plasmado en sus historietas para la posteridad.


12.- No podemos olvidar que, además de Ibáñez, Ediciones B ha heredado el fondo editorial de Bruguera, con autores de la talla de Escobar, Vázquez, Raf, Segura…, así como otros que siguen en activo, como Jan y Cera. ¿Cómo ha sido durante estos años el poder trabajar con estos artistas? ¿Tiene algún recuerdo especial de alguno de ellos?


Los dibujantes de historietas son gente muy especial, creadores con un don para su trabajo. Entre los dibujantes que he conocido además de Ibáñez, te podría contar que Segura era una persona encantadora, con unas ganas de vivir contagiosas, pasó sus últimos años retirado de la historieta y dedicado en cuerpo y alma a pintar, ya que era un gran acuarelista. En cuanto a otro “genio” de la talla de Raf, te podría contar una anécdota que dice mucho de su generosidad. Un día vino por la editorial y nos regaló a varios compañeros originales enmarcados, de una exposición suya. Por supuesto, guardo este original, como oro en paño, en mi domicilio.


13.- De entre todos estos magníficos dibujantes, Ibáñez sigue siendo el más apreciado por los lectores. ¿Qué cree que ha aportado este autor para pervivir en el gusto del público durante más de medio siglo?




Es la combinación de varias cosas, en primer lugar, Ibáñez ha sabido adaptarse al gusto del público, evolucionando en el dibujo y estando siempre de actualidad en cuanto a los temas. Por otra parte, y no menos importante, el dominio del “directo” de Ibáñez es magistral. Los que lo habéis seguido en las firmas, sabéis de su buen trato con la gente, en todo momento y del público de sus “colas” que va de los 0 a los 80 años sin exagerar lo más mínimo.


14.- Por último, ¿hay por ahí alguna “sorpresa editorial” que nos pueda ir anticipando para que sea menos sorpresa?


Esto queda para el terreno de lo “privado”, ya que no puedo adelantar novedades por anticipado.






Muchas gracias por su tiempo y su amabilidad.

Gracias a vosotros por vuestra estupenda entrevista.





Manuel de Cos.




Poco más que añadir, queridos lectores. He de agradecer nuevamente la deferencia de Manuel de Cos y animarle a que siga con su tarea de edición de nuestros autores más queridos. El público, sin duda, se lo agradecerá.



Para los interesados en conocer algo más en la figura de su hermano, el guionista Jesús de Cos, les recomendamos que visiten el archivo de nuestro blog de mayo de 2010:









Saludos.







domingo, 21 de noviembre de 2010

CONCURSO-OPOSICIÓN (1975)



Concurso-Oposición (1975) es un álbum original en medio de una producción ya plenamente estandarizada. La misión se puede encuadrar dentro de lo que las empresas llaman “asuntos internos”, como ocurrirá también con El ángel de la guarda (1995), entre otros. La TIA, consciente de que necesita savia joven para su organización, convoca un concurso-oposición para reclutar nuevos agentes. No deja de ser curioso que una organización secreta solicite personal en el periódico, pero bueno, no olviden que se trata de la TIA. Como todos los de esta época, el álbum se distribuye en 11 capítulos de 4 páginas cada uno. Desde el punto de vista gráfico, el dibujo de Ibáñez se ve empañado por un pésimo entintado, que otorga a la historieta un aire poco cuidado, en general.

En el primer episodio, encontramos una brevísima introducción histórica, la primera en los álbumes del autor, con un chiste que volveremos a encontrar en Una vida perruna (1986), primer álbum de Chicha, Tato y Clodoveo. En este apartado, el Súper busca algunos agentes (a los que, curiosamente, nombra por su número, no por el nombre) , aunque parece no conocerlos, pues le sorprende tremendamente que estén tan mayores. Los chistes relativos a los achaques los retomará Ibáñez en la figura de Raf en Hacer un extraordinario…¡Jo, menudo calvario! (1983), en la de Supermán en Las embajadas chifladas (1991) y en sus agentes habituales en ¡Y van cincuenta tacos! (2007). Igualmente, el director general de turno será el más decrépito de cuantos hemos conocido. Enmarcado en el nivel de dibujo que hemos señalado ya, destaca el enorme detallismo de la mano del Súper en la viñeta doce de la página primera.



En el segundo episodio, llegará el primer candidato, un labriego con burro incluido, heredero de la tradición de garrulos de la Escuela Bruguera, con Agamenón de Nene-Estivill como mejor representante, el cual dará pie a gags contundentes basados en su fuerza bruta. La superioridad física del personaje lo convierte en un candidato idóneo para las filas de la TIA. Los gags encadenados concluyen con la destrucción del deportivo del Súper. En este episodio podemos observar la extraña imagen de un Mortadelo sin el cuello de su vestimenta típica, como curiosidad.En el tercer episodio,llega a la sede de la TIA, que parece más un pisito particular que una oficina, un hombre apocado con pinta de funcionario, cuyos gags vienen motivados por la hilaridad que desata su tremenda debilidad. Finalmente, se sabe que él pretendía ser socio capitalista para el negocio de garbanzos rellenos del Súper que, sorpresa, se ve que estaba pluriempleado.



En el cuarto episodio, llega un muchachuelo presumido, “sobrado” si quieren, que se pavonea de sus habilidades ante Mortadelo y Filemón. Estos, lejos de alegrarse por la organización, se muestran evidentemente celosos de él. Finalmente, los agentes han de claudicar y darle el diploma (no sabíamos que tenían esa potestad), aunque lo “aderezan” con un explosivo, como forma de miserable venganza. Lo que no sabían es que se trataba del hijo del Súper, un joven sobradamente preparado que, en un alarde de honradez, se somete al proceso de selección como uno más. El episodio contiene gags brillantes, como el de la estación de metro hecha con una cucharilla o la guerra de disfraces entre Mortadelo y el muchacho. Destaca por su ironía el disfraz de “pacificador del desierto”. Mortadelo tendrá, con el tiempo, otros duelos de disfraces, en aventuras como Maaastrich…¡Jesús! (1992) o El disfraz, cosa falaz (1995).

En el episodio quinto, llega un aspirante mudo, a lo Harpo Marx, que combina habilidad con torpeza y que conseguirá finalmente los mismos puntos que el Súper cuando ingresó. Sin embargo, al final se descubrirá que se trata de un orangután disfrazado de persona, lo cual provoca la injusta ira del Súper hacia sus agentes. La siguiente candidata, en el capítulo sexto, será una abuelita terrible, heredera de La abuelita Paz de Vázquez, y que tiene homólogas en la obra de Ibáñez, en álbumes como ¡A la caza del cuadro! (1971), El caso del calcetín (1976), Contrabando (1978), La gente de Vicente (1978), Testigo de cargo (1984), Timazo al canto (1994), El jurado popular (1995), De los ochenta p´ arriba (1999), Misión: Triunfo (2002), etc. No faltan los gags típicos relacionados con la purga del gato que les hace tragar, los golpes con la plancha, la vacuna enorme… Los agentes vuelven a tomar partido, pues muestran su claro deseo de echar a la candidata. Finalmente, acaban abandonándola en el mar sin mostrar arrepentimiento alguno.

El candidato del episodio séptimo será un cegato de tomo y lomo. Inexplicablemente, Ibáñez no recurrió a Rompetechos para este capítulo, cosa que, seguramente, sí habría hecho hoy en día. El encargado principal de lidiar con él será Mortadelo, que demuestra una vez más su poca paciencia. Destaca el uso del zoom en la página 26, así como la escena en que el miope va conduciendo un coche con espantosos resultados, tal y como hizo Rompetechos en alguna historieta corta, y como hará en las futuras Rapto Tremendo (2003), con el chiste del subterráneo incluido, y Venganza cincuentona (2007). Otros gags relacionados con la conducción caótica los tenemos en El estropicio meteorológico (1987) y en El cochecito leré (1985) y El carné al punto (2005)- en estos dos últimos casos, de manos de Ofelia-. El episodio, que contiene buenos gags culmina con nuestros agentes sumamente envejecidos por la experiencia.





En el siguiente episodio el aspirante será Hediondo Gáfez Cenícez, un gafe. Esta tipología, aunque aparece otras veces en la obra de Ibáñez no es tan frecuente en su obra como lo es en la de Vázquez o Escobar. Ibáñez volverá a usar un personaje similar en Sidney 2000 (1999). En esta ocasión, el personaje combina sus “cualidades” fatídicas con una torpeza que lo emparienta con las demás criaturas de Ibáñez. Aunque Filemón es escéptico con respecto a su influjo, ha de acabar por admitirlos. El episodio, que contiene muy buenos gags, culmina con el derrumbe del edificio de la TIA, al hacer un agujero en uno de sus pilares, tal y como ocurre en Soborno (1977).

El siguiente candidato es más original. Se trata del Mago Chistera, que también se mostrará como un personaje autosuficiente y “sobradete”, lo cual desata la faceta más agresiva de un Mortadelo nada motivado con la misión. La poca visión de los agentes hace que desaprovechen al que sería, sin duda, un buen fichaje para la TIA. La metamorfosis del Súper con que culmina su intervención bien recuerda a la de La maldición gitana (1989).

En el episodio posterior, nuestros agentes son víctimas de una confusión, al confundir a un marciano invasor con un nuevo aspirante. La invasión de extraterrestres aparece también en álbumes como Los monstruos (1973), Los invasores (1974), Las tacillas volantes (1988), Expediente J (1996), Venganza cincuentona (2007)…amén de varias historieta cortas. El esquema que utilizará Ibáñez aquí será aquel que consiste en mostrar las desventuras de los agresores de Mortadelo y Filemón, que nunca logran su objetivo, algo que vemos también en Magín “el Mago” (1971), Los guardaespaldas (1977), Los gamberros (1978), Los bomberos (1979), El balón catastrófico (1982), ¡Venganza cincuentona! ,etc. No hace falta decir que muchos de los recursos de estos álbumes vuelven a encontrarse en el presente episodio, en el que, por cierto, Filemón no aparece hasta la tercera página, haciendo gala, otra vez, de un escepticismo mayor que el de su ayudante.

El último aspirante encajará dentro del perfil de los “máquinas”, pues hará gala de una capacidad de tirador que dejaría por los suelos al mismo Lucky Luke, además de superar con creces cuantas pruebas le propongan. Esto desatará, cómo no, la envidia de nuestros rencorosos protagonistas. Algunos gags ya nos suenan, como el de la resistencia bajo el agua, similar a una historieta de Sacarino de los sesenta (similar a su vez a una de Gastón el Gafe, de Franquin) o el de enfrentarse a una fiera que acabará siendo devorada por el candidato, gag que Ibáñez sacó de Vázquez y su Anacleto. Sus hiperbólicas cualidades hacen que el individuo resulte ideal para el puesto de Superintendente, con la consiguiente destitución del cargo del pobre Vicente, tal y como ocurrirá en aventuras como Barcelona 92 (1991), El racista (1992) o ¡Pesadillaaaa! (1994). Como de costumbre, el Súper la pagará con Mortadelo y Filemón que, reconozcámoslo, no son culpables de su mal fario, al menos en este caso.

En definitiva, podemos decir que estamos ante un álbum original, ante una misión insólita por parte de nuestros agentes. De hecho, el esquema global de la historia no se ha vuelto a repetir y, aunque hay varios elementos comunes a historietas anteriores, en ningún momento resulta monótono. Los gags, que tendrán esta vez siempre como víctimas a nuestros agentes, se basan en las personalidades de los aspirantes, que se debaten entre la más absoluta incompetencia y el derroche de cualidades, provocando así el efecto cómico. En este último caso, la naturaleza mezquina de los protagonistas, aflorará, con una mal disimulada envidia hacia los novatos. Se trata, en definitiva, de un álbum inolvidable, muy recordado por la mayoría de los fans dado su carácter singular.

domingo, 14 de noviembre de 2010

ENTREVISTA A MIQUEL PELLICER

Miquel Pellicer es otro de los hombres fundamentales de la intrahistoria de la editorial Bruguera. Empleado en ella desde principios de los sesenta, estuvo vinculado a las ediciones infantiles, entre las que se incluían las viñetas de los artistas que alimentaron nuestra infancia y juventud. Nombre clave en las transición de Bruguera a Ediciones B, Pellicer ocupó en la nueva ediotiral el cargo de Editor Jefe de libros infantiles, libros ilustrados y revistas. Hoy día se mantiene activo desarrollando su faceta más artística, pintando cuadros y realizando carteles, amén de algún proyecto relacionado con la escritura.

Les invito a que lean las palabras que, atentamente, nos ha dedicado y espero que estas les resulten tan interesantes como a mí. A través de ellas conoceremos algo más de la Editorial Bruguera, de Ibáñez y de las historietas que nos forjaron a lo largo de los años.



1.- Para situar a nuestros lectores, hablemos de sus comienzos en el mundo editorial. ¿Cómo entró a Bruguera y qué cargos u ocupaciones ha ido desempeñando tanto en esa empresa como después en Ediciones B?




En 1960 ofrecí a Editorial Bruguera chistes ilustrados que su departamento de Creaciones Editoriales compraba para sus revistas y para vender en el extranjero. Creo recordar que presenté unos diez chistes y me compraron uno solo, previas modificaciones en las narices de los personajes. Dejé muestras de otros trabajos por si podían interesar, especialmente cuentos que yo había escrito e ilustrado. A los pocos días me llamaron y propusieron entrar en nómina para ser el responsable de un nuevo departamento dedicado a ediciones infantiles. Y ahí me quedé.Mi primer despacho consistía en una mesa bajo una escalera. Después de un tiempo me nombraron jefe del Departamento de Ediciones Infantiles, con un despacho que compartía con Juan Bruguera que tenía dos despachos. Había un solo editor en toda la editorial que era Francisco Bruguera. Lo máximo que podía aspirar uno era a jefe de departamento aunque hacía las tareas de lo que hoy se llama editor. En Ediciones B, fue distinto. Entré ya como Editor jefe de libros infantiles, libros ilustrados y revistas.






2.- A lo largo de las décadas, usted ha podido trabajar con personalidades de la talla de Escobar, Vázquez, Segura, Raf, Jan… ¿Qué recuerdos tiene de estos grandes autores?



Esos dibujantes me acomplejaron. Yo he dibujado siempre utilizando mucho la goma de borrar. La mayoría de ellos eran rápidos (quizás Raf era el más rápido que conocí ), encajaban un poco los dibujos a lápiz y luego lo repasaban con tinta. Solamente uno de ellos OLI ( Enrique Oliván) dibujaba directamente a tinta y sin ningún tipo de documentación gráfica. Era capaz de dibujar de memoria cualquier cosa, una cápsula espacial, un león, la caricatura de un famoso... Y eso me acomplejó mucho. Curiosamente ninguno de estos famosos dibujantes presumía de sus cualidades. Todos empezaron tímidamente pero dibujaban tanto y con tantas prisas que llegaron a ser unos maestros de dibujo. Ibañez, cuando empezó, era francamente malo pero ahora para mí es de los mejores dibujantes de humor. Esas portadas que hace los últimos años de Mortadelo merecen estar enmarcadas en un museo.



Conti era todo un caballero, parecía un doctor o un personaje importante, pero no un dibujante colaborador. Se comentaba que Conti tenía un sistema mecánico muy rápido para hacer chistes por la cantidad de ellos que entregaba cada semana. De Peñarroya admiraba sus multitudes, con grandes escenarios, eran geniales, llenos de detalles. Viajaba mucho, hacía turismo continuamente pero sobre mapas... Jan es también muy rápido y con una gran memoria gráfica. Creador de muchos personajes de los que perdura únicamente el Superlópez. Domina muy bien el color.





3.- ¿Cuáles eran sus autores y personajes favoritos dentro de la editorial?

Cada autor y cada personaje tenían sus cualidades. Pero creo que cada uno por separado no hubiesen llegado a crear una linea de humor tan particular. Si el dibujante era capaz de crear buenos guiones y después desarrollarlos gráficamente ese triunfaba. Pero no todos lo conseguían, algunos dibujantes mediocres (como lo eran todos al principio ) necesitaban encargar los guiones a uno o varios guionistas y eso era terrible para el personaje y para su dibujante. De cada dibujante tenía un personaje preferido. Bueno, de algunos más de uno, como Vázquez con Anacleto, La familia Cebolleta o Las hermanas Gilda. Con Ibáñez, aparte de Mortadelo, su Rompetechos era genial. Jan con el Superlópez y Pulgarcito. Escobar, con Zipi Zape.






4.- Centrándonos en la época de Bruguera, a finales de los años sesenta una encuesta reveló que Mortadelo y Filemón eran los favoritos de los lectores, abonando así el terreno para las aventuras largas de la pareja, así como a la revista Mortadelo. ¿Realmente fue una sorpresa la predilección del público? ¿Recuerda cuáles fueron las reacciones de directivos, dibujantes y del propio Ibáñez ante el resultado de la encuesta?

La encuesta sorprendió a todos. El resultado fue abrumador, le seguía a mucha distancia, pero también destacado, Zipi y Zape.La reacción de la editorial fue, entre otras, crear la revista Mortadelo. Yo editaba entonces los álbumes de Astérix y conociamos la buena aceptacion del publico a este tipo de ediciones. Por ello se decidió encargar a Ibáñez una aventura larga tipo Astérix, con dibujos muy acabados y con mucho detalle en los fondos. Este álbum fue "El sulfato atómico" con el que se inició una colección que sigue publicándose después de tantos años. Y yo di color a estas primeras portadas que dibujó Ibáñez. La reacción de Ibáñez no la recuerdo pero para él, aparte de la satisfacción de tener un personaje con tantos admiradores, siguió cobrando lo mismo por página entregada. No recuerdo cuándo empezó a cobrar royaltis pero tardó mucho y con unos porcentajes que hoy resultarían irrisorios.





5.- A mediados de los ochenta, se produjo la transición de Bruguera a Ediciones B. Usted trabajó en ambas empresas. ¿Cómo vivió esta época de cambios?


En el 82 en plena crisis de Bruguera, en que el pago de las nóminas completas se fue retrasando mes tras mes. Al igual que la mayoría de empleados intenté encontrar un nuevo trabajo y entré en contacto y colaboré con otra editorial y por ello me despidieron. Para los que quedaron fue una época horrible. Cambios continuos de directores, impagos totales en Sudamérica, resultados comerciales muy negativos. Algunos directivos marcharon de Bruguera llevándose colaboradores tan importantes como Ibáñez, Escobar y Raf, lo cual ayudó a empeorar la situación. Debido a los elevados créditos que no se pudieron devolver la editorial quedo en poder de un banco, que creo recordar era Banco de Crédito Industrial.

Finalmente el Grupo Zeta hizo una importante oferta para quedarse con la editorial. Las gestiones de compra las llevo directamente Antonio Asensio y Félix Espelosin ,un ex directivo de Bruguera. Antes del acuerdo definitivo propusieron a Silvia Querini como editora libros para adultos y a mí como editor de libros infantiles y cómic. Como ambos aceptamos estas responsabilidades la operación de compra se llevó a cabo.Me ocupé personalmente de organizar el traslado de todo el fondo editorial a Parets. Archivos de documentos y originales, así como todos los stocks de libros fueros trasladados desde distintos locales de Barcelona a Parets. Por desgracia las instalaciones de Parets estaban bastante deterioradas, y como esos días llovió fue difícil localizar locales sin goteras donde depositar todo lo trasladado. El aspecto era catastrófico.



Un grupo de disidentes que no quisieron abandonar la empresa estuvieron encerrados bastante tiempo y habían roto instalaciones eléctricas y provocado agujeros en los techos. Algunos acreedores habían vendido urgentemente a chatarreros algunas maquinas impresoras y fueron retiradas sin desmontar, rompiendo las paredes para sacarlas enteras. Lluvia, viento y oscuridad fueron mis compañeros la ultima noche del traslado.






6.- Antes de que Ediciones B llegara a un acuerdo con Ibáñez, un equipo apócrifo siguió realizando nuevas historietas de su pareja estrella. ¿Cómo valora hoy en día ese producto? ¿Fue más o menos rentable, de cara a las ventas?


Antes de que marchara Ibáñez, ya trabajaba en Bruguera un equipo de dibujantes que imitaban a quien hiciera falta. Era un grupo dirigido por Blas Sanchís y que empezó produciendo paginas de Vázquez cuando este comenzó a desaparecer periódicamente y también dibujaban paginas de Mortadelos cuando el jefe de revistas precisaba más material del que podía hacer Ibáñez. Eran páginas francamente malas que desacreditaban a los autores originales. Para hacer páginas de Mortadelo se creó otro grupo, no recuerdo si Bruguera o mas tarde en Ediciones B, que firmaba Equipo B y que desapareció cuando Ibáñez llego a un acuerdo con el Grupo Zeta. Todas las pagina "falsas" fueros localizadas y destruidas o apartadas del resto de originales auténticos de Ibañez.El hecho de crear este material fue la única manera que Ediciones B podía relanzar de nuevo la revista Mortadelo y Super Mortadelo.






7.- ¿Cómo fue trabajar con Ibáñez durante tanto tiempo? ¿A qué se debe que durante tanto tiempo este autor realizara seis (ni más ni menos) álbumes anuales?




Ibáñez es, contrariamente a la mayoría de dibujantes, metódico y puntual en sus entregas, aparte de tener siempre un agradable trato y un gran sentido del humor. Es capaz de dibujar un álbum cada dos meses, sin perder su calidad de dibujo ni la chispa de sus divertidos guiones. Cuando se editaban las revistas Mortadelo además tenia que dibujar 6 o 7 portadas cada mes. Y cada una de ellas eran obras de arte.




8.- A la hora de plantear un nuevo trabajo, ¿tenía Ibáñez que presentar a la editorial el guion, una sinopsis o algo similar, o tenía carta blanca para tocar el tema que quisiera?




Los tema de los álbumes los decidía él, aunque le proponíamos temas de más o menos de actualidad o de acontecimientos próximo. En Brugera sí supongo que tenía que proponer temas y sinopsis, ya que el jefe de redacción, Rafael González, era un gran guionista que gustaba de modificar detalles de los guiones y dibujos.




9.- Dentro de la producción de Francisco Ibáñez, ¿cuál es su personaje favorito? ¿Tiene algún álbum de Mortadelo y Filemón preferido? ¿Alguno que descollara especialmente en cuanto a ventas?




Mi personaje favorito de Ibañez fue Rompetechos. Aunque no triunfó como Mortadelo sus guiones eran terriblemente cómicos. Quizás porque fue el primer album, mi aventura preferida de Mortadelo es "El sulfato atómico". Posiblemente el más vendido fue también "El sulfato atómico" ya que se habrá editado por enésima vez, desde su exitoso lanzamiento.






10.- En El pinchazo telefónico (1994), Ibáñez hace una caricatura de varias personas de Ediciones B, entre ellas, usted. ¿La recuerda? ¿Qué opina de su aparición en un álbum de Mortadelo y Filemón?




Claro que lo recuerdo. Para mí fue una satisfacción y no creo que nadie se molestara por aparecer caricaturizado codeándose con Mortadelo.





11.- En la revista Mortadelo y sucedáneos, ya en Ediciones B, las páginas iniciales de Ibáñez se complementaban con material de otros dibujantes como Maikel, Marco, Ramis, Cera, March…¿Qué recuerda de esta joven generación de dibujantes que se dieron a conocer, fundamentalmente, en los años ochenta? ¿Recuerda quién gozaba de mayor favor popular?



Las páginas que completaban la revista Mortadelo, eran como había hecho Bruguera, dibujadas por los dibujantes más idóneos de la época. Cada dibujante tenía sus fans, aunque naturalmente la popularidad de la revista Mortadelo permitió dar a conocer el resto de autores y personajes. March tenía un gran sentido del humor y un estilo de dibujo muy distinto a los demás. Ramis y Cera formaron un buen equipo que todavía continúa. Creo que la mayor popularidad, en contra de lo supuesto, fue Montse la amiga de los animales de Enrich. Cuando se cerró la revista Mortadelo recibimos numerosas cartas de fans de Montse preguntando cómo o dónde podían seguir viendo nuevas aventuras del personaje.




12.- Hablando de las revistas semanales. ¿Qué factores impulsaron que se cancelaran a mediados de los noventa?



Como siempre ha ocurrido, en todas la publicaciones se tiene que ajustar la tirada a los resultados de venta y cuando este tiraje llega a un límite la revista muere por sí sola. La época dorada de las revistas Bruguera con grandes tirajes desapareció. Pero aún queda un gran público que siguen leyendo a personajes como Mortadelo o Superlópez, editados ahora en álbumes y no en las clásicas revistas infantiles.




13.- Es de forzosa actualidad preguntar… ¿Qué opina de la recreación de Bruguera y su gente realizada en la reciente película El gran Vázquez?



Se me escapó el estreno de la película, pero espero verla en cuando pueda. Por los comentarios y por los trailes vistos, creo que consigueron un ambiente y una decoración exacta a como vivimos en esos despachos de Bruguera en la calle Camps y Fabres.




14.- Por último, ¿a qué se dedica profesionalmente en estos momentos? ¿Qué proyectos tiene?




Estuve tres años escribiendo mis recuerdos de Bruguera, ordenando datos de un viejo archivo heredado de un anciano exbruguera, recopilando datos de distintas fuentes pero por desgracia no lo hacía solo y la cosa se complicó tanto que desistí de seguir. Dibujo y compagino una revista mensual, pinto, participo en concursos de carteles, expongo mis cuadros de vez en cuando. Estoy terminando (o dejando presentables) mis libros de artista, de los que debo tener unos 70 ejemplares. También espero escribir de nuevo mis recuerdos de mi paso por Bruguera y Ediciones B, pero esta vez solo.






Ojalá así sea, puesto que somos muchos los interesados en leer algo más sobre la editorial Bruguera y Ediciones B, sobre todo desde la perspectiva privilegiada de quien estuvo allí durante tantos años. Animamos a Miquel Pellicer a seguir adelante con su proyecto, a la vez que le damos las gracias por su tiempo y por su amabilidad.

Espero que les haya resultado interesante.

domingo, 7 de noviembre de 2010

LOS SIETE PECADOS CAPITALES...DE MORTADELO

Aprovechando la visita del Papa Benedicto XVI a España, dedicaremos un tema santo, casto e impoluto a la reflexión religiosa, a la contrición, al ascetismo.

Así pues, para ayudar a nuestros lectores en su reflexión, les invitamos a recordar los 7 pecados capitales, para que eviten caer en ellos y en sus perniciosas consecuencias:






SOBERBIA









AVARICIA











LUJURIA











IRA






GULA








ENVIDIA





PEREZA



Ya ven ustedes, queridos lectores, la calaña del tal Mortadelo, que incide en todos los vicios nefastos. Es por ello que retamos a nuestros visitantes a qué nos digan a qué historietas pertenecen las viñetas anteriores, con el objeto de hacer un donoso escrutinio y quemarlas, junto al resto de libros impíos, procaces y prohibidos.

¡Anímense, a ver si aciertan!