domingo, 30 de agosto de 2009

VÁZQUEZ HABLA DE IBÁÑEZ

No, no se trata de ninguna entrevista sensacionalista en plan programa del corazón. Aprovechando que esta semana ha visto la luz el tomo de Lo peor de Vázquez, de Glenat, nosotros aprovecharemos para hacer un repaso de las menciones de Vázquez a Ibáñez en esta etapa, algo menos infantil que la que todos recordamos.

Así, en Vázquez, agente del fisco (1993), vemos que tras la máscara del villano se esconde realmente Fibráñez, su dibujante esclavo número 678.





No hay ninguna relación de dependencia entre Vázquez e Ibáñez para considerarlo su dibujante esclavo, pero no deja de ser cierto que muchos han considerado que Ibáñez ha sido el mejor personaje de Vázquez, al haber desarrollado el primero las genialidades que el segundo no pudo o no quiso hacer.


Más irónico y certero se muestra en estas viñetas en las que un tal Bláñez se dedicaba, en sus años mozos a copiar recursos de Vázquez, algo que indudablemente hizo el padre de Mortadelo y Filemón en sus años de formación, y aun en los de esplendor. Con respecto a la siguiente viñeta, en la que parece que es Vázquez quien copia a "Bláñez", algo que no me consta que hiciera con su homólogo real.

En otras ocasiones, son sus creaciones más famosas, Mortadelo y Filemón, las que reciben los latigazos de Vázquez, que insinúa que las historietas de la pareja son la antítesis de la creatividad, al hacer morir a las ideas de su parcela.





Puede que se traten de las típicas bromas entre dibujantes, tan propia de los autores de nuestra querida Bruguera, sin más doblez, o tal vez Vázquez realmente considerara la serie principal de su compañero falta de ingenio. En todo caso, ¿por qué tanta banderilla? No cabe duda de que Vázquez, aunque nunca persiguió la gloria, era un amante de la buena vida, y tal vez en algún momento hubiera deseado el reconocimiento (incluido económico) con que se vio recompensada la constancia de su compañero.



El mismo Ibáñez recuerda una de las primeras firmas de autores, allá por los setenta, en la que él tenía una cola de gente inmensa (véase nuestro post anterior), mientras Vázquez estaba negro porque no le llegaba gente. Y cuando se presentaba uno con el álbum para firmar: "¡Es para ese, es para ese!", decía Vázquez viendo que se trataba de un Mortadelo.



Quedémonos con esta última tira del padre de Anacleto para que cada uno saque sus propias conclusiones y, sobre todo, para que se diviertan con su gracia natural:



11 comentarios:

El Viejo dijo...

Vaya dueto convocas para esta rica entrada. Nada menos que Vázquez, el dibujante más vago que nunca creo haber leído, aunque desde luego del os más ingeniosos y con más chispa.

Frente a él, Ibáñez, como bien dices, trabajador, constante y (por qué no decirlo) repetitivo en los esquemas que le funcionan. El segundo es un autor básico y fundamental, Vázquez ha sido una chispa impresionante, un pícaro singular con un modo de ver el mundo bohemio, y eso tiene un precio, menos reconocimiento que su rectilíneo compañero, mucho más firme y menos amigos de dibujar desiertos.

Recuerdo muy bien algunos de sus mordaces comentarios sobre Mortadelo, reconozco haberme reído, aunque en cándida inocencia no barruntaba que hubiea malicia real. Claro, que depués de las anécdotas que nos has contado como las del banco...

Eso sí, si bien si bien podemos decir que sin Ibáñez no se comprender el cómic español de toda una época, sin el amigo Vázquez, tampoco puede hacerse con Bruguera. Mas antagónicos, imposible.

Muy buena reseña sobre dos auténticos genios de la viñeta.

Chespiro dijo...

Buena la semblanza que has hecho de ellos en tu cometario, que supera la entrada original. Muy acertado.

Alberto Gimeno dijo...

Suscribo la opinión de Chespiro sobre El Viejo. De hecho a mí me "ha pisado" esta entrada en la que dejo constancia de mi admiración por Vázquez y su vitriólico sentido de humor muy próximo al cine de Berlanga y Ferreri.

El Viejo dijo...

Muy halagadoras las dos intervenciones que me han precedido, ya notaba que me pitaban los oídos.

Muchas gracias aunque de verdad no creo merecerlas, sí la labor de Chespiro investigando las maliciosas (y divertidas) referencias de Vázquez sobre el maesto Ibáñez. Todo un tute laborioso para que otros disfruemos leyendo sus entradas.

PD: Yo también identifico como hace el señor Gimeno cosillas de Berlanga y Ferreri (por cierto, dos magníficos directores).

Chespiro dijo...

Indiscutiblemente. Si hubiera trabajado un poco más...habría sido ya la bomba.
Pero la genialidad de Vázquez es incuestionable.

chema garcía dijo...

Un clásico de las peleillas comiqueras.
Dos monstruos de nuestra historieta.
Estupendos cuelgues.
Gracias.

Chespiro dijo...

Gracias a ti por la visita, fan de Vázquez. ¿Alguien tiene ya este tomo de Glenat?

Anónimo dijo...

Yo ya tuve el tomo en mis manos antes de tiempo (ventajas de trabajar para Glénat) y debo decir que la selección me parece impresionante. Aunque soy fan de Vázquez desde mi niñez, ahora me doy cuenta de que apenas conocía nada sobre su faceta más vitriólica y desencantada (o desencantante).

Gran entrada como siempre.

Chespiro dijo...

Suertudo de usted, Guillem. El comentario no hace sino acentuar mi expectación. Un saludo.

Anónimo dijo...

>>>la especialidad de Mortadelo para disfrazarse de, y en, lo más verosímil e inverosímil (idea feliz que Vázquez, a regañadientes y en 1993, admitió que era suya, al igual que la de 13 Rúe del Percebe).>>>

"De la Historietay su uso"

Chespiro dijo...

Sí, Vázquez utilizaba ese tipo de metáforas visuales antes que Ibáñez, aunque creo que no los consideraba como disfraces.